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El entrenamiento puede comenzar tan pronto como el cachorro llegue a casa, generalmente a las 8 semanas de edad. Los cachorros son como esponjas en sus primeros meses, lo que facilita enseñarles comandos básicos. Sin embargo, los perros adultos también pueden aprender, solo que puede requerir más paciencia y consistencia.
El método de refuerzo positivo es el más recomendado. Consiste en premiar las conductas deseadas con recompensas como golosinas, juguetes o elogios, y evitar castigos físicos o gritos. Este enfoque crea una relación de confianza y hace que el aprendizaje sea más placentero para tu perro.
Es ideal dedicar entre 10 y 15 minutos, dos o tres veces al día, especialmente en sesiones cortas y consistentes. Esto ayuda a mantener la atención de tu perro y evita que se aburra o se frustre durante el aprendizaje.
Para evitar que tire de la correa, detente cada vez que tu perro lo haga y no avances hasta que la correa esté floja. También puedes cambiar de dirección de manera repentina para enseñarle a prestar atención a tus movimientos. Recompensa a tu perro cuando camine junto a ti sin tirar. La paciencia y la constancia son clave para corregir este comportamiento.
¡Sí, es posible! Aunque puede llevar más tiempo que entrenar a un cachorro, los perros adultos pueden aprender nuevos comportamientos con entrenamiento constante y refuerzo positivo. Es importante identificar la causa del mal comportamiento y trabajar en ella con estrategias específicas y paciencia.
"Obediencia, confianza y amor: el camino hacia un perro feliz." 🐾.